Este es un país de…

paíss

(10/07/2018) No sé ustedes, pero un servidor cada vez que lee la expresión que titula este artículo, “este es un país de”, me dispongo para lo peor, para toparme con uno de esos tópicos que alimentan las redes, uno de esos prados del común donde acude a pacer la ignorancia y a los que tan dada a acudir es la mente humana, incapaz de profundizar en temas complejos que requieren mesura, análisis y  más de una lectura.

 Metan en el buscador, entrecomillada, la expresión susodicha, “este es un país de” y una vez que comprueben que tiene casi siete millones de entradas, analicen los resultados.

Una de las primeras entradas que aparecen en pantallas es “este es un país de charletas” pronunciada por la directora de Twiter España que justifica el éxito que tiene twiter entre los españoles debido a que aquí todos somos personas muy habladoras (que ese es el significado que da la RAE a “charletas”). ¿Está usted de acuerdo, señor de pocas palabras?

 Otra de las que aparecen en buena posición en el buscador es “este es un país de artistas y delincuentes”, pronunciada por un famoso publicista que cae en lo genérico y en lo simple, olvidando que no todos somos artistas -supongo que la proporción será parecida a la de otros países- y que ignora que los delincuentes y las mafias (mafia rusa, mafia italiana…) abundan en todas las latitudes. Pero el tópico es eso, una idea tan escueta como falaz que llega a los simples que somos todos, para quedarse.

Pero es la expresión “este es un país de chorizos” la que, dado el número de entradas, mayor aplauso recibe en las redes. Es de todos sabido que tras la crisis y la burbuja inmobiliaria surgieron políticos y empresarios con las manos manchadas por mordidas varias, lo que hizo exclamar a un país indignado “no hay pan para tanto chorizo” y que llevó a la frase susodicha. La expresión, que incluye como ladrones a todo el mundo menos a quien la pronuncia -¡qué casualidad!-, olvida que los mangantes, los jetas y los sacacuartos abundan en todas las patrias.

 “Este es un país de chorizos y de una justicia que no funciona” pronunció hace casi una década el político Julio Anguita y se quedó tan ancho.

 Pero no son solo los políticos y los periodistas los que caen en el tópico de rotular con una simpleza lo que es diverso y complejo. Un grupo musical valenciano que practica un rock de guitarras con atractivas melodías pop, sentencia en otra entrada que “este es un país de ciegos” donde, dice, apenas existen propuestas creíbles de rock contestatario. Pero también lo asegura en su blog  “Entre visillos” la funcionaria María Antonia San Felipe, “este es un país de ciegos rodeado de pantallas”, así como el escritor cubano Leonardo Padura y tantos otros que completan las cincuenta y dos mil seiscientas entradas en el buscador.

 Porque la expresión “este es un país de” no es privativa de nuestro país. No. A poco que se asomen a aquellos que hablan español verán que ellos también la manejan hasta la náusea.

 Como ejemplo, y sin pretender ser exhaustivos, la frase “este es un país de cafres” pronunciada hace muchos años -que la cosa viene de antiguo- por Darío Ochandía, presidente colombiano que huyendo de lo políticamente correcto -eran otros tiempos- se olvidó del pueblo cafre y tachó a la ciudadanía colombiana de bárbara, ruda y grosera.

 Por cierto, ni entonces ni ahora ningún habitante de la Cafrería, lugar que acoge a los pueblos bantúes que habitan la región oriental de África del Sur, en El Cabo y Natal, se ha quejado a la RAE para que elimine el término que los identifica con la barbarie y con todo lo opuesto a la civilización.

 Y como hoy le toca a Colombia, aunque igual podríamos hacer con cualquiera de los países que hablan español, vaya este nuevo ejemplo que confirma lo que estamos diciendo. Me refiero a la frase “este es un país de lagartos, sapos y de lobos”, pronunciada por Daniel Samper Ospina uno de los colombianos más seguidos en twiter y que apuntala lo dicho hasta aquí.

 Para terminar, porque en algún momento habrá que hacerlo y el tema es demasiado extenso como para abordarlo en un artículo, quiero decirles que de todas las expresiones aquí expuestas es la que se inicia con un “este es un país de mierda” la que puede presumir de más entradas, doscientas setenta mil.

  Y por aquello de “mal de muchos consuelo de tontos”, concluir con la apreciación de que la frase tiene su correlato en el idioma inglés, “this is a shitty country”, con casi cuarenta mil entradas, lo que demuestra que el tópico vende en cualquier latitud, en cualquier patria y en cualquier idioma.



Los comentarios están cerrados.