Poetas sanguijuelas
(30/8/2014) Poesía eres tú, decía el romántico Gustavo Adolfo Bécquer a quien le preguntaba por el arte de “la bella voz”, de Calíope, la más augusta y principal de las musas.
Poesía eres tú y un millón de dólares, dicen los directivos de la televisión de Dubai a quienes concursan haciendo versos en su programa Million´s Poet.
La corona de laurel que adornó “la bella voz”, se embellece -los tiempos cambian- con la plata del petróleo y todos tan contentos.
Alegra saber que no todo es basura en la televisión y que hacer versos y recitarlos puede reunir en un estudio televisivo a cincuenta poetas en Dubai.
De hacerlo en España la cantidad aumentaría notablemente y alcanzaría cifras muy elevadas dado el número de poetas, poetillas y poetastros que crecen en nuestra piel de toro.
“El poeta es una bella sanguijuela que de todo se alimenta”, también de las series de televisión, clama Luna Miguel, poeta mediática que desde la editorial el Gaviero, aglutina en la telaraña digital a jóvenes creadores.
La coctelera poética de Luna incluye poemas que se inspiran en La casa de la Pradera, Juego de Tronos y los Vigilantes de la playa. Agitados convenientemente por manos expertas hacen surgir el licor deseado, la antología poética Serial, por ejemplo.
“En poesía solo se admite lo excelente” le asesoró Octavio Paz a Vargas Llosa en su día, y el nobel, que cogió la indirecta, se dedicó a la narrativa que es lo suyo.
Pero ahora resulta que lo excelente puede hallarse incluso en la basura. Lo dice Joaquín Sabina a quien tantos siguen: “La poesía huye, a veces, de los libros para anidar extramuros, en la calle, en el silencio, en los sueños, en la piel, en los escombros, incluso en la basura”.
También en las desdichas porque “todo son dones. Las desdichas son dones. La desdicha es la arcilla para la poesía” nos asesoró Borges, el ciego vidente, para que diéramos en el clavo poético.
Poesía en la basura, poesía en las desdichas, poesía ¿en la televisión?
“ Donde no suele cobijarse nunca es en el verbo de los subsecretarios, de los comerciantes o de los lechuginos de televisión” vuelve a insistir Sabina que no tiene un pelo de tonto ni cree que los ciruelos estén cargaditos de manzanas como nos decía aquella canción infantil.
Pero Luna, con un nombre que ya es poesía, reivindica la voz “sanguijuela” para elevarla al altar de los dioses.
Los académicos de la RAE deberán dar una nueva acepción al gusano anélido de agua dulce y boca chupadora que se alimenta de sangre ajena. Además de aquella que le define como persona que se aprovecha de otra y obtiene sus bienes poco a poco –usurero, explotador, sablista, embaucador y negrero- y que tanto le desprestigia, habrá que añadir la de poeta.
Lo dice Luna y basta, señor académico. Que está usted muy metido en los salones de la RAE y no sabe lo que se cuece en la telaraña mediática que ennoblece lo más innoble.
Qué es poesía?, dices mientras clavas
En mi pupila tu pupila azul.
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía eres tú
Tú, Luna Miguel, que te bañas en la piscina mediática para chupar las aguas podres de la vida, Tú que como Rimbaud sientas en las rodillas la belleza para injuriarla.
Leopoldo María Panero, poeta maldito, que se nos fue con Hades “como si estuviera por fin solo / colgado del último verso” entendió como nadie a esa “rosa enferma”, a la poesía:
“Heidegger decía (…) que el hombre es pastor del ser/pero yo digo que el hombre es pastor del excremento”.
Como ven la basura tuvo y tiene vigencia.
Yo, que ni quito ni pongo rey, ya la he dedicado dos artículos como fiel hijo de esta sociedad excrementista que expele cuanto consume.