La comarca de la Guareña unida por la historia

(30/6/2010) No es fácil unir voluntades cuando se trata de todo un pueblo. Y menos cuando es una comarca la implicada en realizar o rememorar un hecho que exige el esfuerzo de todos.
Hace 198 años entre el 18 y el 22 de Julio y en plena Guerra de la Independencia Española ocurrieron una serie de acontecimientos que los habitantes de la comarca zamorana de La Guareña conmemoran cada dos años.
Sin subvenciones oficiales que los avalen, sin recreadores profesionales que lleguen de otras latitudes, sin apenas ayuda institucional, los hombres y mujeres de la Guareña sacan adelante una recreación que une historia y fiesta durante los calurosos días del mes de Julio.
Hombres y mujeres de Cañizal, Fuentesaúco, Castrillo de la Guareña, Villamor de los Escuderos, Guarrate, El Olmo, Vallesa…aparcan diferencias y localismos estériles y se unen para recrear unos hechos que vivieron sus antepasados y que aún perduran en la memoria colectiva de sus gentes.
Los combates de Cañizal, la batalla de Castrillo, el apresamiento del general de dragones francés Carrie, la Marcha Paralela…son recreados con el rigor y la pasión que exige la historia más cercana y sentida.
Y junto a los comarcanos, los Voluntarios de Astorga, estos sí, profesionales de los eventos históricos. Astorganos dirigidos por Anselmo García Fuertes un historiador riguroso y profundo, miembro de la Asociación Napoleónica Española y autor de varias publicaciones sobre la Guerra de la Independencia. Y con los de Astorga, los de Valladolid, Bilbao, Barcelona, Madrid…
Si quieren acompañarnos quienes visitan este cuaderno de bitácora, podrán hacerlo los próximos 23 y 24 de julio. Nuestro paseo por la historia lo iniciaremos en Castrillo de la Guareña con el pregón de Luis Miguel de Dios, periodista y natural de Guarrate, hombre de compromisos y de palabra. Ya en Cañizal recrearemos el apresamiento del General de Dragones francés Jean-Auguste Carrie de Boissy y tras la “marcha de los faroles” y el recibimiento de Wellington en Cañizal, descansaremos para poder realizar el sábado por la mañana la “Marcha Paralela” entre las localidades de El Olmo y Vallesa.
Entre los recreadores estarán Wellington y Marmot, también sus generales, pero junto a estos se hallarán muchas mujeres y, entre ellas, Juana Ponce de León, la esposa del general del Primer Batallón del 95 de Rifles, Harry Smith. Rescatada del olvido por la escritora Cristina Morató, Lady Smith, como sería conocida Juana tras su matrimonio, había perdido a sus padres en el asalto a Badajoz en el mes de abril de 1812 -3 meses antes de los combates en La Guareña- tras lo cual se convirtió en la esposa del general vencedor. Aquella hermosa muchacha de 14 años era bisnieta de Juan Ponce de León conquistador de Puerto Rico y descubridor de La Florida.
Juana, que se negó desde un principio a ir a Londres con la familia de su marido, acompañó a este en todas las batallas en las que participó el ejército de Wellington: Cañizal, Arapiles, Vitoria, Waterloo… En 1847 su marido, con el título de Sir otorgado por la reina Victoria, fue nombrado Gobernador y alto Comisionado de El Cabo. Hasta allí le acompañó Juana y Smith agradecido dio el nombre de su mujer a una de las ciudades sudafricanas que fundó y que cuenta actualmente con cerca de 300.000 habitantes: Ladysmith.
Como tantas mujeres Juana vio su vida alterada por la crisis abierta en 1808. El doble proceso de guerra y revolución hizo que muchas de ellas asumieran roles tradicionalmente masculinos (como la lucha armada o la colaboración estratégica en el combate), salieran a la luz, al espacio público, y se convirtieran en sujetos activos de su propia historia, protagonizando un cambio político y social del que hoy son herederas tantas mujeres.
Al conocer los sacrificios de esta mujer extremeña, de Juana Ponce de león, el duque de Wellington dejó escrito: “es una auténtica heroína, la digna sucesora de Agustina de Aragón”.



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