Exposiciones en Valladolid

(30/9/2009) Terminada la exposición de la pintora madrileña Rosa Castellot en la Sala de Exposiciones de la Diputación (hermosos paisajes de tratamiento naturalista con técnica de grafito), la ciudad  muestra otras tres exposiciones que bien merecen una contemplación rigurosa y tranquila. La primera es la del pintor vallisoletano (y extraordinario dibujante) Eduardo García Benito sobre las hermosas creaciones que hizo para las portadas de las revistas Vogue y Vanity Fair entre los años 1921 y 1940. Con un llamativo uso del color y de la geometría, con impresionantes caricaturas en blanco y negro, con una clara inspiración en movimientos como el constructivismo, el cubismo, el expresionismo y el fauvismo, sus figuras terminaron por dar forma al estilo Art Decó, creando todo un ideal de moda en la América de entreguerras.
Cuando el público contemple los 150 trabajos realizados por Eduardo García Benito para dos de las publicaciones más conocidas de Condé Nast, quizás se olvide (o no sepa) que nuestro ayuntamiento posee cuatro obras de este curioso pintor: “Señorita de Valladolid”, “la dama del collar”, “Florero con gladiolos” y “la bendición del padre”; y que la Diputación Provincial también atesora otros dos importantes trabajos: “La maja” y “Tres toreros”.
Y es que nos hallamos ante un pintor que junto con Capuletti es el vallisoletano que más renombre internacional ha alcanzado, aunque sigue siendo un desconocido para muchos de sus paisanos (esperemos que la exposición supla esta ignorancia).
La segunda exposición lleva por título “maridajes” y se encuentra en la Sala Municipal de Exposiciones de San Benito, sala especializada desde hace años en el arte de la fotografía. Dos autoras, Cristina García Rodero e Inês Gonçalves, unidas en “maridaje” gracias a Pepe Font de Mora (director de la Fundació Foto Colectania), tienen el blanco y negro como sus “colores” preferidos, además de una visión clara y sincera respecto al mundo de la fotografía. Si viven en Valladolid no dejen de ver los mundos fascinantes y contundentes de estas dos mujeres que, como si nos llevaran de la mano, nos pasean por España, Georgia, Polonia y Grecia (en el caso de Cristina) o por Cabo Verde, Goa  y São Tomé (en el caso de Inês).
La tercera de las exposiciones lleva la firma nada menos que de Picasso. Se titula “Picasso, sangre y arena”, se encuentra en la Sala de Exposiciones de la Iglesia de las Francesas y es una apoteosis de los ritos y mitos que rodean la tauromaquia, una de las obsesiones del pintor malagueño.
Como ven muestras importantes del mundo del arte que aguardan una mirada reposada en tiempos que no son los mejores para estas actividades.
Un amigo me contaba la siguiente anécdota. Un famoso cantante (de los que llenan estadios en sus giras veraniegas) daba una entrevista rodeado de un grupo de periodistas en una de las terminales del aeropuerto de Barajas. Mientras pensaba una de las preguntas que le habían formulado contempló atónito como los reporteros desaparecían corriendo cual almas que lleva el diablo hacia una de las entradas del aeropuerto. Causa de la estampida: había llegado un famoso futbolista argentino.
Pongan ustedes la moraleja. 



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