Nuevos realismos

(10/9/2010) Pues resulta que quinientos ingleses –que ya son ingleses-, todos ellos muy sabios según dicen, se han reunido para elegir la obra artística representativa del siglo XX -que ya es elegir-. Y que mira por donde la obra seleccionada y puesta como paradigma del arte en dicho siglo ha sido el Urinario de Marcel Duchamp que, como buen francés, trocó lo prosaico en bello y puso un nombre hermoso al lugar de sus micciones: Fuente.
O sea que lo más representativo, en lo que a arte se refiere, en el siglo que ya se fue ha sido un meadero, con perdón, y que abierta la veda la puja no deja de crecer: un millón de dólares se han pagado por el retrete de Jerome David Salinger –autor de El guardián entre el centeno- y mil doscientos euros por el de Jhon Lenon.
Como diría mi abuelo esto es “como para mear y no echar gota”, y nunca mejor dicho.
El Museo Reina Sofía se ha apuntado a la moda de lo escatológico y dedica una muestra a obras tan geniales como “mierda de artista” de Piero Manzini (con los excrementos enlatados del autor) y otras “joyas” por el estilo que, aunque no enlatadas, valen su precio en oro.
Todo empezó, según cuentan, cuando el ya aludido Marcel Duchamp allá por 1914 -que ya ha llovido- tomó un botellero, lo firmó y lo declaró pieza artística. Había nacido, dicen, lo que se conoce como Readymade, movimiento que aglutina a todo un universo de arte caracterizado por la provocación, la ausencia del buen gusto y la trasgresión más escandalosa. Amén.
Que hablen de nosotros, aunque sea para mal, parece haber sido la filosofía que ha animado a los “geniales artistas” que han convertido la basura y sus circunstancias en uno de los pilares del arte contemporáneo.
La comisaria Julia Robinson es la responsable de la exposición que aglutina unas 230 piezas de 29 artistas que eligieron como “modus vivendi” el atrevimiento, el lenguaje osado y la ruptura con los valores sociales y morales imperantes.
No sé el criterio de selección que habrá empleado la señora Robinson para una exposición que titula con rimbombancia “Nuevos realismos 1957-1962. Estrategia del objeto entre Readymade y espectáculo”. No lo sé. Pero seguramente le habrá resultado difícil ser objetiva en sus apreciaciones al elegir las obras que merecían ser expuestas. Si algo abunda en nuestro mundo es la basura.
En cualquier caso “mierda de artista” tiene su sitio en la exposición, como lo tiene el “aliento del artista” que hay que imaginarse en unos globos estallados y cuya autoría también corresponde a Manzini.
Me dice un profesor amigo que, visto lo visto en el reina Sofía, con qué criterio seleccionará a partir de ahora las obras artísticas de sus alumnos. Será difícil, me dice, desestimar aquellas que destaquen por falta de limpieza y decoro. Al fin y al cabo, la basura tiene su sitio en las “nuevas obras de carácter objetual y rupturista” que dice Robinson.
No sé si la nueva exposición generará las colas que provocó Velázquez en el Museo del Prado hace algunos años. Como tampoco sé la opinión que tendría el pintor sevillano sobre los derroteros en los que se precipita el arte actual.
De la Venus de Milo al urinario de Duchamp hay un largo y tortuoso recorrido en la historia del Arte.
Aunque ¿qué es el arte? ¿Y tú me lo preguntas? El arte… eres tú.



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