Con la IA al cuello

colgante

(30/09/2024) Se acabaron las discusiones y el “tú siempre tienes razón” cargado con el veneno de la ironía. A partir de ahora y gracias a un dispositivo que está a punto de salir al mercado cada cual será responsable de sus palabras.

 Se llama “Friend” (Amigo) y es un aparato que grabará cualquier conversación y, tras almacenarla, la interpretará por Inteligencia Artificial (IA) para lanzarla como arma arrojadiza cuando llegue el momento.

 Dotado de unas características excelentes: ligero y portátil, batería de larga duración, cuerpo de aluminio, audio sin ruidos, cierre magnético, conectividad constante, precio asequible… el aparato sale al mercado pisando fuerte.

 Los promotores del artilugio lo presentan como una extensión de nuestra memoria que, además de grabar, resume e interpreta cualquier conversación. Se trata de los colgantes conocidos como “Limitless Pendant” (Colgante ilimitado), dispositivos inteligentes que, interactuando con la Inteligencia Artificial, facilitan la comunicación y el procesamiento de información en tiempo real. Aparatos que pueden grabar y, si es necesario, hasta testificar en cualquier juicio.

 El “amigo” que está a punto de salir al mercado, si es que no lo ha hecho ya, puede tener forma de colgante, de gafas provistas de micrófono, o de pin en la solapa como el que lució la modelo Naomi Campbell en un desfile de moda.

 Los collares del futuro, colgantes grabadores con IA, ya se están promocionando con colores y diseños atractivos, pero con formas discretas para que nadie, al verlos, salga corriendo.

 “Siempre escuchando” es el lema de este “amigo” que colgado de nuestro cuello grabará todo lo grabable y nos lo recordará cuando sea necesario.

 Las discusiones entre amigos o entre esposos por aquello de “mira lo que dijiste el otro día” a lo que el acusado siempre respondía “eso te lo están inventando”, tienen los días contados.

 Que usted jura y perjura que nunca dijo tal cosa, mientras ella asegura todo lo contrario, pues tira de colgante y le repite al dedillo lo que vociferó el día de marras.

 Diseñados como asistentes personales para acompañarle dondequiera que vaya, una de las ventajas que incorpora -entre otras muchas- es la de convertir cualquier conversación en texto, escrito con enorme precisión.

Olvide la tarea de tomar notas manualmente, ¡Limitless lo hará por usted! Tampoco se rompa la cabeza por hacer un resumen tras las agotadoras reuniones que le impone la empresa, el colgante lo hará todo mientras usted contempla el lujoso artesonado de la sala e incluso le seleccionará aquellas ideas que merecen la pena ante tanta verborrea, ante tanta palabra hueca y sin sustancia.

 Aquellas discusiones donde todos tenían razón, sin que nadie supiera muy bien lo que cada cual dijo en su momento, tienen los días contados, como les dije. ¿O no?

-Yo aseguré que eran galgos, mientras tú, erre que erre, defendías que eran podencos, le reprochará él mientras tira de colgante y repite la conversación mantenida hace un año.

-Sí. Conociéndote como te conozco, yo también lo grabé -añadirá ella-, pero la IA que analiza tu estado emocional en aquellos momentos y tu largo historial en tales discusiones me asegura -y te lo muestro en documento adjunto para que lo leas- que dijiste lo contrario de lo que pensabas, en ese afán que te caracteriza de llevarme la contraria. O sea que eran podencos y lo sabías.

  Como ven las pruebas podrían ser concluyentes para cualquier juicio, pero tampoco. Juzgar las intenciones ha sido, es y será peliagudo. Tanto que, hasta es posible que el colgante en cuestión, ante algunos dilemas, comience a echar humo y tengamos que llamar al técnico.

 Y es que, aunque sus defensores aseguran que no hay nada que temer con semejante amigo”son muchos los que piensan que el inventono ayudará precisamente a hacer amistades y que lo creado para facilitar la comunicación puede terminar fomentando las disputas. El ser humano es demasiado complejo para la IA y para los algoritmos que la alimentan, a Dios gracias.

 Luego, hay otros problemas. El primero, la misma visión del colgajo que portará cada cual. Ante su presencia, más o menos disimulada, muchos cambiarán de conversación o dirán justo lo contrario de lo que piensan. Aunque todo está controlado por los gurús tecnológicos Si alguien desconfía de nuestro colgajo siempre nos quedará París: el “collarín-amigo”, último modelo, que lucirá nuestra mascota. Nuestro “amigo” con el mejor amigo (del hombre). De aquí a dos días todos con perro.



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