Herminio Ramos Pérez
(28/2/2010) No lo conozco. Confieso que no conozco personalmente a Herminio. Me enteré de su existencia cuando al poco de publicar mi libro “Pleitos para la historia local. Cañizal una villa de Valdeguareña” me encontré una crítica suya en el periódico “La Opinión de Zamora” que me llenó de curiosidad. Rápidamente acudí a los buscadores de Internet para saber quien era aquel periodista que tan bien había resumido y entendido mi trabajo. Y me encontré con Herminio Ramos Pérez un hombre conocidísimo -y queridísimo- en la ciudad de Zamora, escritor y periodista y al que hace pocos meses han dedicado una estatua como homenaje. La pueden ver ustedes al lado.
Y mi satisfacción al ver la biografía de este joven de 85 años ha ido en aumento a medida que he ido conociendo su obra. Por sus obras les conoceréis.
Podía haber sido cualquier otro periodista quien hiciera la crítica del trabajo que me publicó la editorial Semuret. Y hubiera sido igual de digna y respetable. Pero fue Herminio.
Me pasó lo mismo con el prólogo de mi libro “Valladolid ¡si yo te contara!” que me prologó Joaquín Díaz. Lo podía haber prologado cualquier otro escritor. Y hubiera quedado igual de digno, por supuesto. Pero fue Joaquín. Joaquín Díaz, al que bauticé como “el sabio de Urueña” en la presentación de aquel libro en la librería Margen de Valladolid. Espero que Joaquín que se calza cada mañana con la humildad de los grandes, perdone tanto atrevimiento.
Después de esto. Después de Herminio Ramos y de Joaquín Díaz, cómo decir que no soy un hombre con suerte. Cómo quejarme de la vida.
No lo conozco. Repito. Pero me gustaría conocerlo. O al menos me gustaría que este artículo llegara a sus ojos para que leyéndolo sintiera la caricia del agradecimiento. Porque investigar es duro. Muy duro. Pero si te encuentras críticas tan positivas y profundas como las de Herminio, pues te dan ganas de volver a intentarlo. La experiencia del éxito es importante para lanzarse a cualquier proyecto que exija esfuerzo y dedicación.
Sé por los buscadores de Internet que Herminio ha sido cronista oficial de la ciudad de Zamora, creador de la feria de la cerámica y alfarería popular de la ciudad, Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Zamora, Delegado provincial de Cultura y autor de una “Historia de Zamora” publicada por Semuret. También sé que nació en La Tuda (Zamora) que ha sido profesor y que ha recibido homenajes varios. El último promovido por el periodista Dalmiro Gavilán.
Herminio Ramos Pérez otro sabio parido en estas tierras olvidadas del Oeste. “El sabio de la Tuda”. Que me perdone también Herminio.
Que este artículo que hace el número 100 de mi cuaderno de bitácora sirva como tardío homenaje a un hombre que no conozco pero al que me encantaría estrechar la mano. Herminio. Un zamorano universal, como Joaquín.
Va por ti, maestro.