Recreación histórica en La Guareña (Zamora)

(10/7/2008) Los próximos 18 y 19 de Julio la comarca zamorana de La Guareña conmemorará uno de los acontecimientos más notables de la Guerra de la Independencia Española: la marcha de cien mil hombres, distribuidos en dos bandos -el francés y el aliado- por los márgenes del río Guareña camino de los Arapiles (Salamanca).
Acontecimiento histórico conocido como “La Marcha Paralela” que se enseña desde hace décadas en los institutos británicos y al que todavía siguen siendo ajenos nuestros libros de historia.
La primera organización del evento, que tuvo lugar el año 2006, corrió a cargo de los vecinos de Cañizal ayudados por amigos vallisoletanos y por los Voluntarios de Astorga que aportaron experiencia y generosidad a raudales.
Desde entonces hemos crecido y lo que se inició como un proyecto de un solo pueblo, Cañizal, cuenta para esta segunda recreación con la colaboración generosa de vecinos de Guarrate, Fuentesaúco, Villaescusa, Fuentelapeña,Villamar de los Escuderos, Castrillo de la Guareña, El Olmo, Vallesa y, por supuesto, Cañizal.
Proyecto comarcal, por consiguiente, que intenta ser un revulsivo en una zona olvidada y en plena decadencia poblacional. Proyecto que se inició y mantiene con los vecinos de la comarca al no contar con infraestructuras que permitan la llegada de profesionales que se dedican a conmemorar tales eventos. Proyecto, en fin, que busca la promoción de un hecho histórico en una comarca necesitada de proyección y reconocimiento en el exterior.
Hace pocas fechas quien esto escribe, se acercó a un organismo de la Comunidad Autónoma en busca de apoyo económico y financiero para la Recreación. La funcionaria que le atendió, correcta y amable, desconocía el nombre de la comarca y le hizo repetir ¡hasta cuatro veces! el nombre Guareña empeñada como estaba en oír el término Guarida. Y es que, mal que nos pese, somos unos grandes desconocidos a poco que nos alejamos de nuestros pueblos, o como he dicho en otras ocasiones, somos la comarca más olvidada en la provincia más olvidada.
Pero no quiero caer en el victimismo al que ya he criticado desde otro artículo. Lo que ocurra en nuestra comarca de La Guareña dependerá de nosotros, de nuestra capacidad para unir voluntades, de nuestra manera de entender un progreso basado en la unión y la colaboración, huyendo del “paletismo” que hace que cada municipio se piense el ombligo del mundo despreciando o compitiendo con pueblos cercanos como si fueran el enemigo a batir, ignorando que se hayan en el mismo olvido y abandono que ellos.
Nuestra recreación histórica que ha nacido y crece al lado de otras más afamadas como las de Astorga, Medina de Rioseco o La Coruña, no pretende -sería ridículo a más de imposible- competir con ellas, pero sí quiere aportar un estilo y unas formas nuevas de hacer las cosas. Con recursos escasos que suplen el trabajo desinteresado de hombres y mujeres, con vecinos que colaboran en la representación como actores en vez de ir de mirones para comprobar lo bien que lo hacen recreadores foráneos llegados de Francia, Polonia, Reino Unido, etc. Esa será siempre la ventaja de nuestra pobreza: el vernos obligados a ser actores y protagonistas de nuestra historia, sacando “las castañas del fuego” de lo que es nuestro y que presentamos al resto de ciudadanos como una bella lección de historia con la que aprender, entre otras cosas, que la paz es el mejor regalo que puede darse un pueblo.
Y si a la vez que aprendemos historia nos lo pasamos bien pues misión cumplida.
Ya lo saben el 18 y 19 de Julio tienen una cita con la historia en Cañizal, en La Guareña.
No nos falten.

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