Españolas en París

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(30/11/2022) Hace pocas fechas asistí a la proyección de la película “Curiosa” en el VII Ciclo de cine DOMUS PUCELAE  que ofrece la Universidad de Valladolid y que trata sobre la vida de María de Heredia -Marie de Régnier para los franceses- importante escritora nacida en París en 1875 y de origen cubano-español.

 Poetisa, novelista y dramaturga, María, que firmaba sus obras con el seudónimo masculino de Gérard d´Houville, se involucró en los círculos artísticos del París de la Belle Époque.

 Autora de diecisiete novelas, tres poemarios, nueve obras de teatro y ocho ensayos, entre otras obras, recibió el Gran premio de literatura de la Academia Francesa por el conjunto de su obra (fue la primera mujer en recibirlo), el Premio Gustave Le Métais-Larivière de la Academia Francesa (1955) y el Gran premio de poesía de la Academia Francesa, por toda su obra poética (1958).

 Pero todos estos méritos se tocan muy tangencialmente en “Curiosa” que se centra en los líos sentimentales y eróticos entre la escritora y el fotógrafo Pierre Louÿs, sin apenas mencionar su fecunda obra literaria ni las vanguardias artísticas a las que perteneció.

 La película de la directora Lou Jeunet se muestra parcial en el relato biográfico y hasta contradictoria pues la luchadora infatigable contra las imposiciones morales y amante de la libertad que fue María de Heredia muestra en el film una excesiva dependencia sentimental hacia su amante.

 La que pretende reivindicarse como una película feminista, da excesiva importancia al personaje de Pierre (poeta, viajero y erotómano) y apenas toca la vertiente artística de una mujer que fue pionera en las letras francesas, de una escritora que hizo bandera de su libertad, que experimentó con su sexualidad, que huyó de los convencionalismos y que no se arredró ante los estrechos esquemas sociales de su época.

  Viendo la película no he podido dejar de pensar en otra mujer, Anaïs Nin, también de origen cubano-español y autora de novelas vanguardistas y de unas impactantes memorias recopiladas en sus Diarios.

  Tras casarse con el banquero Hugh Guiler se marchó a vivir a París donde inició su carrera literaria y donde conocería al escritor Henry Miller que sería su amante.

 Anaïs es una de las primeras mujeres en explorar el mundo de la literatura erótica y como María de Heredia su vida también ha sido llevada al cine en Henry y June (1990).

 Por último mencionar a María Casares, española que marchó exilada a París en 1936 -era hija del político Santiago Casares Quiroga que había sido ministro y jefe de gobierno durante la Segunda República- y terminó siendo una gran actriz de cine y teatro. Autora de la autobiografía Residente privilegiada, María narra en ella su relación con el escritor Albert Camus que escribió obras de teatro para que fueran interpretadas por ella.

 Nacida en 1922 –estamos en el centenario de su nacimiento- María Casares se convirtió en la primera dama del teatro francés. “Mi patria es el teatro y mi país de origen: la España refugiada” llegó a decir.

 Tres mujeres exitosas en lo literario y en lo artístico en el París de las luces, nada que ver con aquellas españolas que sin apenas haber salido del pueblo sirvieron como empleadas de hogar en las casas burguesas del París de los años setenta (¡llegaron a ser más de cuarenta mil!) y que retrató el director Roberto Bodegas en la película “Españolas en París”.

 La película, que inauguró la llamada “tercera vía” del cine español de los setenta, planteaba problemas relacionados con la sociedad española -las mujeres emigrantes y sus problemas- aunque sin llegar a la denuncia social.

 Estrenada en el Salón Bataclán de París la película fue premiada en el VII Festival de Cine de Moscú.

  Leyendo la biografía de María de Heredia, Anaïs Nin y María Casares, mujeres con alto poder económico y social y con una vida desinhibida en lo sentimental y en lo sexual, uno no puede dejar de pensar en esas otras mujeres -residentes no privilegiadas- entregadas al trabajo en el hogar que no gozaron de esa independencia, ni de esos privilegios y libertades.

 No me digan que las comparaciones no son odiosas.



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